La sequía que enfrentó Chile entre 1968 y 1969, conocida como la Gran sequía de 1968, fue uno de los mayores déficit pluviométricos en dicho país durante el siglo XX, sólo comparable a los similares fenómenos de 1924[1] y 1998-1999.
La sequía afectó a gran parte del territorio nacional, abarcando las regiones de Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, O'Higgins, Maule, Ñuble y Biobío.
La producción de cereales y hortalizas decreció en un 65 %, las áreas de riego disminuyeron un 40 %, y el ganado del país se redujo en un 45 %.
[3] El gobierno de Eduardo Frei Montalva creó la Comisión Nacional para la Sequía, dependiente del Ministerio de Agricultura, para enfrentar la crisis.
[4] Ello implicó adelantar el huso horario a UTC-3 entre octubre y marzo, cuestión que se realizó hasta 2014.