Entre 1998 y 1999, Chile enfrentó una sequía en gran parte de su territorio nacional.
Durante la década de 1990, el país ya había enfrentado dos sequías, la primera en 1990-1991 y la segunda en 1996, la que implicó una emergencia agrícola en las regiones del Norte Chico y centro del país.
[5][6] En febrero el Gobierno acordó con las empresas eléctricas efectuar bajas de voltaje en gran parte del SIC,[7] y el 30 de marzo se programaron nuevos cortes, los que se extendieron por todo abril.
[9] Si Nehuenco hubiese funcionado desde la fecha inicialmente programada, la crisis no habría sido tan extensa, estimándose reducida de 81 a 26 días.
[10] En el plano político, la crisis energética significó un duro golpe al gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, cuyo mandato terminó en marzo de 2000, lo que se sumó a la crisis financiera asiática iniciada en 1997 y al precio del cobre más bajo desde la década de 1930.