Sentado o sedente es una postura del cuerpo humano en la que el peso se soporta esencialmente por la tuberosidad isquiática con las nalgas en contacto con el suelo o la superficie horizontal que se utilice como asiento; en vez de por los miembros inferiores, que son el apoyo en otras posturas (de pie, arrodillado o en cuclillas).
En la Ilíada se hace una referencia a quién destacaba cuando estaban sentados (Ulises, el más inteligente) y quién cuando estaban de pie (Menelao, el más fuerte).
[1][2] La manera más común de sentarse sobre el suelo implica doblar las rodillas.
Es posible sentarse con las piernas estiradas, usando algo sólido para la espalda o apoyándose en los brazos.
La postura también recibe, en varios países, el nombre con el que se conoce a los nómadas de las estepas: Indian style en Estados Unidos,[4] "estilo turco" (Turkish style) en varias lenguas europeas, y agura 胡座 en japonés (traducible como "el estilo de sentarse de los bárbaros" -que no pertenecen a la etnia han, aplicado a turcos, mongoles y otros pueblos de Asia Central-).
Cualquier superficie más o menos lisa a una apropiada altura puede usarse como asiento, haya sido o no fabricada con ese fin: sillas, sillones, sillitas, taburetes, escabeles, descalzadoras, posaderos, bancos, banquetas, banquillos, butacas, butacones, sofás, cheslones, poltronas, confidentes, escaños, cátedras, poyos, gradas, etc. Todas tienen en común que las nalgas se apoyan en la superficie del asiento, variando cómo se disponen las piernas, los brazos y la espalda.
[5] En las tradiciones orientales hay distintas denominaciones para posturas sentadas: 正座 zhengzuo (la forma tradicional de sentarse en la China antigua, que difiere de otra denominada 跪座, en la que el empeine no toca el suelo), vajrasana ("posición del diamante, el asana o postura del yoga similar a la seiza japonesa), baddha konasana (llamada "postura del zapatero"), la posición del loto (en la que cada pie descansa en el muslo de la pierna opuesta, de modo que las plantas de los pies quedan hacia arriba), la posición birmana (una variante de la asana siddhasana, llamada así por las esculturas budistas en Birmania, en la que ambos pies se sitúan frente a la pelvis con las rodillas plegadas y tocando el suelo con los lados, los talones apuntan hacia la pelvis o hacia arriba, y los dedos se estiran de forma que el empeine yazca en el suelo; parece similar a la posición de piernas curzadas, pero los pies no se sitúan bajo el muslo de la pierna opuesta, de modo que las piernas no se cruzan, sino que cada pie se sitúa frente al otro).
[20] Hay pruebas contradictorias de los riesgos precisos que acarrea el permanecer sentado por largos periodos.
[18] Por su parte, un estudio sistemático del British Journal of Medicine en 2018 concluyó que las intervenciones enfocadas en reducir el tiempo de estar sentado fuera del trabajo solo tuvieron un resultado modesto.
[27][28] Se define como comportamiento sedentario cualquier comportamiento durante la vigilia, sea en posición sentada o reclinada, en la que el gasto energético sea menor o igual a 1.5 MET.
[31] Debe diferenciarse el comportamiento sedentario con estar inactivo, que sería realizar una cantidad insuficiente de MVPA (moderate to vigorous physical activity -"actividad física de moderada a vigorosa"-).
El comportamiento sedentario no se identifica totalmente con el tiempo pasado ante pantallas (screen time), aunque algunos investigadores han comprobado que niños y adolescentes pasan mucho tiempo de su vigilia en una posición sedentaria en ese tipo de consumo (media consumption).
El trono de los reyes, la silla gestatoria de los papas, la cátedra episcopal o universitaria, y otros asientos preeminentes son medios para destacar la condición jerárquicamente superior del que tiene derecho a sentarse en ellos.
Como estudia la antropología alimentaria,[40] la jerarquía (establecida por sexo, edad, parentesco, rango social, condición de huésped o de anfitrión, etc.) determina el orden en el acceso a la comida y, por tanto, el derecho a sentarse y servirse (o ser servido) antes que otros.
La orquesta sinfónica y demás configuraciones de la música clásica actúa con sus componentes sentados en un orden convencional.