La Medina de Marrakech fundada por los almorávides en 1070-72 se convirtió en la capital y en el centro económico-político y cultural de Marruecos.
Durante los siguientes dos siglos la ciudad se fue desarrollando desde el trazado original almorávide.
De la medina o ciudad fortificada original se conservan las murallas edificadas en el siglo XII (1126-1127) y los palmerales del este de la ciudad.
En 1510, la ciudad recobra su esplendor con la ocupación de los saadíes que edificaron mezquitas, madrasas, casas palaciegas y palacios.
Vestigios de este momento destaca la necrópolis saadí