Señorío de Olmedilla

La tercera o casa de Duque-Nieto, es la que se ha extendido por el último tiempo y que se inició con Juan Nieto Herrera, marido de María de Manuel —una descendiente directa del rey Fernando III de Castilla y León descendiente directo innegable del propio rey que otorgó el privilegio, y que continúa hasta la actualidad habiendo ostentado varios titulares.

Aunque durante mucho tiempo se creyó que había sido constituido según el derecho germánico sálico, estudios posteriores acreditaban que era su esencia jurídica eminentemente castellana pues sus orígenes lo eran en tiempos del rey Alfonso VIII, el de las Navas, quien tomó las tierras de Cuenca en 1166, rodando el señorío por caballeros de la familia regia originalmente y lo que refuta en singular forma la historia señorial de Castilla, en la que tanto hombres como mujeres tenían derecho a recibir en herencia la cuota que les correspondiera primogenitamente, solapando propiedad y jurisdicción señoriales.

Así lo recibieron para sus descendientes, sin distinción entre varones y hembras, la casa del infante Don Manuel de Castilla, pasó a su hijo y así sucesivamente a sus descendientes las tierras de origen, ampliadas o disminuidas durante la duración de su vida e historia.

El territorio jurisdiccional original de la villa de Olmedilla, se agrupó durante algunas generaciones junto a otras villas en lo que se conoció como el infantazgo de Villena, amplísimo en su origen territorial, fue reduciéndose por distintas circunstancias y herencias hasta las pocas hectáreas con que contaba en 1900.

Tuvo un hijo Felipe José Manuel, que vendió una heredad en el sitio llamado Los higares en 1719 y en el documento se declara hijo de D. José Pérez Manuel.