A mediados del siglo XIX, el lugar contaba con una población censada de 1319 habitantes.
Tiene cabecera con presbiterio y ábside semicircular, con poderosa torre campanario a los pies.
La soberbia torre fue minuciosamente restaurada no hace demasiados años dada su gran valía arquitectónica y belleza.
El ábside exteriormente muestra una articulación a base de haces de tres columnas, más ancha la central y en los paños vanos moldurados por arquivoltas algo apuntadas.
Representa a Dios en Majestad bendiciendo y rodeado de la mandorla mística.