[2] Antiguamente en la zona, la caza de lobos marinos y variadas especies por parte de empresas pesqueras, era algo común en el área, pero no estaba bien visto por la comunidad.
Estas empresas accedían a los roqueríos con cables de acero, convirtiendo al espacio que hoy ocupa el santuario, en escenario de grandes matanzas.
Los lobos marinos machos conforman aquí su harem en su época reproductiva para luego aparearse; Las hembras dan a luz a sus cachorros en la temporada de verano constituyendo los roqueríos en un espacio de socialización y aprendizaje.
Las fuentes alimenticias del lobo marino corresponden a la fauna ictica pero su dieta consiste principalmente jurel y merluza común, sin embargo las actividades industriales han afectado a la población de estas especies diezmando su número.
[9] Aunque la existencia del santuario se haya establecido en 1992, eso no ha impedido de que la población de lobos marinos haya disminuido en las últimas décadas.