Está compuesto por tres rocas gigantes de cien metros cada una, las cuales se encuentran a 250 metros de la playa.
[1] Desde el 1 de septiembre de 1992, junto a la Iglesia de Piedra, conforma el Santuario de la naturaleza Islote Lobería e Iglesia de Piedra, cuyo objetivo es preservar la existencia del Lobo marino.
[1][2] Durante las mareas bajas, se forma un puente entre la costa y el islote, cual permite el acceso al roquerío, lo que no significa que esté permitido legalmente.
[3][4] El realizar esta acción, conlleva a multas.
En 2014, la intromisión de turistas en el islote, derivó a la estampida de lobos marinos, de los cuales, muchas crías de esta especie fallecieron aplastadas o golpeadas en las rocas.