La Armada Española llegó a botar 237 navíos de línea entre 1687 y 1853.
El Santísima Trinidad fue diseñado inicialmente por el irlandés Matthew Mullins (castellanizado como Mateo Mullan).
Al fallecer éste en noviembre de 1767, dejó el proyecto únicamente delineado desde la varenga maestra para popa, la quilla empernada sobre los picaderos, la roda labrada y el codaste.
[14] La construcción y forticación será dirigida por Pedro de Acosta.
Se utilizaron maderas preciosas, como caoba, júcaro y caguairán.
Tanto fue así que se planteó la duda de si hubiera sido más económico construir un nuevo buque a reformarlo en repetidas ocasiones, cuestionando el modo de reparación:[15]
Estos problemas se debían a que su punto de escora era muy elevado e impedía utilizar la cubierta inferior de cañones en mares poco calmados.
[20] El Pelayo se interpuso en la línea de fuego enemiga, con lo cual consiguió dar tiempo para que se fueran incorporando otros navíos españoles que acudieron al mismo lugar y provocaron la retirada de las fuerzas británicas.
[21] El pequeño escuadrón avistó al Santísima Trinidad a las tres de la tarde.
el 20 de febrero, a unas ochenta millas al SSE del cabo San Vicente, no pudiendo capturarlo.
Su comandante, Richard Bowen, ya sea casualmente o intencionalmente, encontró la Santísima Trinidad a las 7 p. m. de ese mismo día.
En 2006 un barco mercante fue acondicionado para imitar el aspecto externo del Santísima Trinidad, no tratándose por tanto de una verdadera réplica.
En el verano de 2011, el barco fue trasladado al puerto de Alicante, donde estaba previsto que se quedara aproximadamente dos años para ser trasladado finalmente a Ibiza.
Además deberá someterse a una reparación del casco en dique seco.