Saneamiento ecológico

El saneamiento ecológico (SE), también conocido como ecosan o eco-san, es un proceso de saneamiento natural que busca incentivar el uso racional del agua, no contaminar y regresar al suelo los nutrientes en los excrementos humanos.[2]​ El proceso se fundamenta en tres principios: prevenir la contaminación, sanear la orina y las heces; y utilizar los productos seguros ya tratados con fines agrícolas, limitando así el uso de componentes químicos que contaminan el agua subterránea.Las ciudades europeas sufrían una rápida urbanización y el saneamiento se estaba convirtiendo en un problema cada vez más grave, mientras que al mismo tiempo, las ciudades se estaban convirtiendo en una fuente cada vez más importante de nutrientes agrícolas.Los agricultores, reconociendo el valor de las excretas, estaban ansiosos por obtener estos fertilizantes para aumentar la producción y la limpieza urbana se beneficiaba con ello.[6]​ No se trata de defecación al aire libre, sino técnicas higiénicas y ordenadas para devolver los nutrientes al ecosistema y al mismo tiempo controlar las enfermedades.Un edificio del KfW Bankengruppe en Fráncfort del Meno, Alemania, utiliza inodoros de vacío y tratamiento de aguas grises.
El Saneamiento Ecológico nos permite devolver los nutrientes higienicamente al suelo, en lugar de contaminar los ríos.
La planta de maíz a la derecha recibió orina humana y la otra no, en una prueba hecha por Peter Morgan en suelos degradados de Zimbabue en África. El 90 % de los nutrientes están en la orina.
Se va moviendo el ArborLoo sobre un hoyo y otro hoyo para fertilizarlos con excremento y luego sembrar árboles o plantas como del banano.
Un humedal artificial recicla los nutrientes mediante plantas y las bacterias en sus raíces.