El hecho de que posteriormente organizara el cabildo calagurritano al estilo monacal y de que en 1132 recibiera la visita del obispo de Auch redundan en esta idea.
[3] Según el historiador Fernando Bujanda, habría estado presente en la reconquista de Zaragoza, Tudela y Tarazona entre 1118 y 1119.
[4] En 1140, como obispo, desempeñó un papel decisivo como mediador en la disputa entre los reinos de Castilla y Navarra.
Sus reliquias, tras estar conservadas durante mucho tiempo en el Monasterio de San Prudencio de Monte Laturce,[9] se conservan actualmente en la Catedral de Calahorra.
Su sucesor en la sede episcopal fue Rodrigo de Cascante (1146-1190).