Junto al pergamino había polvo y huesos ceñidos con unas correas en las que se leía:[1] Fue restaurada en 1975 por encontrarse en estado ruinoso, reorganizándose la Divisa, Solar y Casa Real de la Piscina.Tras esta, entre los años 1976 y 1978 se realizaron excavaciones en sus alrededores, lo que dio lugar al descubrimiento de la necrópolis y otros vestigios de un poblado existente en la zona, habitado entre el siglo X y el siglo XIV y que se sospecha sería abandonado por la primera Guerra Civil Castellana, trasladándose sus habitantes a la zona donde se encuentra actualmente la aldea de Peciña, cuyo nombre deriva de Piscina.La nave, más alta y ancha que el ábside, está reforzada por estribos.En la fachada del hastial se encuentra una ventana simple y sobre ella la torre campanario, de forma cuadrada.[1] En el arco de la puerta que mira al norte se encontraba una inscripción en caracteres antiguos del siglo XII, que según copió a principios del siglo XIX Martín Fernández Navarrete, la parte que se podía leer decía: "Dominus Petrus Abbas Berilla fabricavit hanc Ecclesiam.La sala de reuniones, con acceso desde el interior y el exterior por una puerta situada al oeste, se ilumina con saeteras.Junto al lado este de la ermita, sobre una ladera suave que desciende hacia el valle, se encuentra una necrópolis de repoblación, con tumbas datadas entre el siglo X y el siglo XIV.
Escudo de armas de la divisa
Vista suroeste de la ermita
Detalle de los canecillos del ábside
Ábside
Reunión de diviseros, previa a la misa, en el interior de la ermita