Cerca de las marismas se erigió el Castillo de Calders, cuya existencia y término aparecen por primera vez referenciados en documentos de 1011 como "Kastrum Kaldarium", y del que no se conserva ningún vestigio en la actualidad.
Se sabe que en 1054 este castillo contaba con una iglesia, dedicada a San Salvador y Santa María, que todavía se conserva como ermita, muy modificada, en lo que hoy es el barrio marítimo de San Salvador.
Con todo ello, esta villa experimentó un progresivo crecimiento, mientras que los censos dan a San Vicente de Calders una población cada vez más reducida: 43 fuegos en 1365, 28 en 1379 y 5 en 1553.
No hubo recuperación hasta el siglo XVIII, cuando se construyeron nuevas casas y se reedificó la iglesia de San Vicente, todavía bajo jurisdicción del abad de San Cugat.
Sin embargo, el miedo a la piratería pudo acabar retirando a los pescadores tierra adentro,[3] lo que convirtió la agricultura, en especial la viña, en la actividad económica principal.
En 1983 el ayuntamiento vendrellense aprobó un plan urbanístico para garantizar la protección paisajística del núcleo histórico de San Vicente de Calders, limitando la edificabilidad.
Muy cerca se ubica la iglesia parroquial, bajo la advocación de San Vicente, documentada en el siglo XI y reconstruida en el XVIII.
Alrededor del día 4 de agosto tiene lugar la fiesta mayor de verano, que se celebra con múltiples actividades al aire libre: bailes, habaneras, sardinadas, carreras populares, etc.