El título cardenalicio de San Ciriaco en las Termas de Diocleciano es mencionado en el Concilio de Roma de 499.
En el siglo XII era conocido como San Ciriaco in thermis, y en el pontificado de Juan XXII como San Ciriaco in Verminis.
Fue suprimido por Sixto V que lo reemplazó por Santos Quirico y Julita, ya que los nombres Quirico y Ciriaco son sinónimos, aunque se trata de santos diferentes.