Sacro Imperio Romano Germánico

Edad MediaRenacimientoEdad ModernaEdad Contemporánea El Sacro Imperio Romano Germánico[2]​ (en alemán: Heiliges Römisches Reich Deutscher Nation; en latín: Sacrum Romanum Imperium Nationis Germanicæ), a veces llamado Imperio antiguo para distinguirlo del Imperio alemán de 1871-1918, fue una agrupación política situada en la Europa Occidental y Central, cuyo ámbito de poder recayó en el emperador romano germánico desde la Edad Media hasta inicios de la Edad Contemporánea.[nota 1]​ Desde su creación, el Sacro Imperio se convirtió en la entidad predominante en la Europa central durante casi un milenio hasta su disolución en 1806.Así como nunca logró romper la obstinación regional de sus territorios, el Imperio se vino abajo en una confederación informe: la Kleinstaaterei.[7]​ El Sacro Imperio fue una institución única en la historia mundial y es por ello que la forma más sencilla de entenderlo sea quizás mostrando sus diferencias respecto a otras entidades más comunes: Desde la Alta Edad Media, el Sacro Imperio se caracterizó por una peculiar coexistencia entre emperador y poderes locales.Dicho proceso empezaría en el siglo XII, concluyendo en gran medida con la paz de Westfalia (1648).En el siglo IX era elegido entre los líderes de las cinco tribus más importantes (francos, sajones, bávaros, suabos y turingios), posteriormente entre los duques laicos y religiosos del reino, reduciéndose finalmente a los llamados Kurfürsten (príncipes electores).Hasta 1508, los recién electos reyes debían trasladarse a Roma para ser coronados emperadores por el papa.A fines del siglo XVIII (1777-1797) se dividía en tres tipos o clases: El Imperio también contaba con dos Cortes: el Reichshofrat (conocido asimismo como Consejo Áulico) en la corte del rey/emperador (con posterioridad asentado en Viena), y la Reichskammergericht, establecida mediante la Reforma imperial de 1495.En 1073 Hildebrando fue elegido papa y asumió el nombre de Gregorio VII, iniciando la llamada reforma gregoriana que, entre otras cosas, tenía como finalidad defender la independencia del papado respecto de las autoridades temporales (dictatus papae).El papa excomulgó al emperador en un sínodo de obispos y sacerdotes que convocó en Roma en 1076.Sin embargo, el emperador se vio obligado, para recuperar el poder, a utilizar la violencia contra algunos de sus vasallos, lo que se consideró una violación de sus obligaciones feudales y dio lugar a una nueva excomunión.Mediante este concordato el emperador se comprometía a respetar la elección de los obispos según el Derecho Canónico y la costumbre del lugar, restituir los bienes del papado arrebatados durante la controversia y auxiliar al papa cuando fuera requerido para ello.La parte oriental, y base del posterior Sacro Imperio, recayó en Luis el Germánico, cuyos descendientes reinarían hasta la muerte de Luis IV el Niño, y que sería su último rey carolingio.Enrique nombró a su hijo Otón I el Grande como sucesor, quien fue elegido rey en Aquisgrán en 936.Esta situación cambió tras la muerte de Enrique II el Santo en 1024 sin haber dejado descendencia.Estas prácticas solamente cambiaron bajo Otón III (rey en 983, emperador en 996-1002), que empezó a utilizar los obispados de todo el imperio como sedes del gobierno temporal.No es casualidad, por tanto, que en este período cambiase la terminología, apareciendo las primeras menciones como “regnum Teutonicum”.El halo de misticismo de la institución imperial quedó irremediablemente dañado: el rey alemán había sido humillado y, lo que era más importante, la Iglesia se estaba convirtiendo en un actor independiente dentro del sistema político del imperio.Barbarroja consiguió así vincular a los duques germánicos (renuentes al concepto de la institución imperial, como ente unificador).Después de ser coronado emperador en 1220, se arriesgó a un enfrentamiento con el papa al reclamar poderes sobre Roma; sorprendentemente para muchos, logró tomar Jerusalén mediante un acuerdo diplomático en la Sexta Cruzada (1228) cuando todavía pesaba sobre él la excomunión papal.Por un lado, se concentró en establecer un Estado de gran modernidad en Sicilia, en servicios públicos, finanzas o legislación.Una muestra de esto la tenemos en la forma en que los reyes del periodo post-Staufen lograron mantener su poder.Con Enrique VII, la casa de Luxemburgo entró en escena, y en 1312 fue coronado como el primer emperador del Sacro Imperio desde Federico II.Por otra parte, Federico III de Habsburgo se retiró a Viena y desde ahí condujo el Imperio.La idea medieval de un único Corpus Christianorum, en el que papado e imperio eran las instituciones principales, iniciaba su declive.Cada vez se agravó más la situación diplomática entre Federico y Matías, lo que condujo finalmente a varios enfrentamientos armados entre los dos Estados.La guerra contra Hungría culminó en un total fracaso, pues en 1485 Federico y su familia se vieron forzados a abandonar Viena, ya que el rey húngaro avanzó con su Ejército Negro de mercenarios y tomó la ciudad austríaca.Cuando Federico III necesitó a los duques para financiar la guerra contra Hungría en 1486 y a la vez para que su hijo, el futuro Maximiliano I, fuera elegido rey, se encontró con la demanda unánime de los duques de participar en una Corte imperial.Mientras que Federico siempre rechazó su convocatoria, su hijo, más conciliador, convocó finalmente la Dieta en Worms en 1495, tras la muerte de su padre en 1493.Tras la abdicación de Carlos V, el Imperio se dividió entre su hijo Felipe II, quien ostentaría la Corona española, los Países Bajos y la herencia italiana de los Reyes Católicos, y su hermano Fernando, que aunque fue educado en España por su abuelo materno, fue enviado a las tierras germánicas como representante del emperador durante su ausencia, quedándose el hermano como emperador y con los territorios germanos e italianos del imperio.
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Corona del Sacro Imperio (2.ª mitad del siglo X ), conservada actualmente en la Schatzkammer de Viena .
Mitad izquierda del manto imperial, Schatzkammer de Viena .
Los príncipes electores del Sacro Imperio. De Bildatlas der Deutschen Geschichte , por Dr. Paul Knötel (1895).
Gregorio VII. Ilustración en un manuscrito de autor desconocido del siglo XI .
El imperio occidental, tal y como se dividió en el Tratado de Verdún, 843.
El Sacro Imperio Romano en su mayor extensión, en el siglo XIII .
Cristo corona a Enrique II el Santo y Cunegunda de Luxemburgo , acompañados por San Pedro y San Pablo ante representantes de Roma , Galia y Germania.
El Imperio en 1097.
Bandera del Sacro Imperio entre 1200 y 1350.
El Sacro Imperio Romano entre 1273 y 1378 y las principales dinastías reales.
Quaternionenadler, escudo oficioso del Sacro Imperio a partir de 1510.
Mapa del Imperio con la división en circunscripciones de 1512.
El sacro imperio en 1356
El imperio después de la Paz de Westfalia , 1648.
El Imperio alemán alrededor de 1710 por Nicolas de Fer. Mapa del imperio con el emperador José I y las fronteras interiores resaltadas
El imperio en vísperas de la Revolución francesa , 1789.