La corona imperial y el resto de las insignias del Sacro Imperio Romano Germánico estuvieron custodiadas desde el año 1424 hasta 1796 en Núremberg, ciudad situada en el antiguo Ducado de Franconia que fue el centro y origen del Estado franco en tierras germanas.Estas gemas no están talladas en facetas, técnica desconocida en aquella época, pero fueron pulidas.De esta forma, al recibir luz, se tiene la impresión que las gemas brillan desde el interior.Estas imágenes, de estilo bizantino, están realizadas en esmalte alveolado o tabicado.El personaje de la placa del Nuevo Testamento es Jesucristo, que aparece situado entre dos ángeles.
Vista lateral de la corona.
Francisco II
, último Sacro Emperador Romano, con las Insignias del Sacro Imperio.