Saceruela

La traba, en recuerdo del Maestre Don Pedro Girón, que la elevó a rango de villa.

La bandera está gironada en oro y sable con la Cruz de Calatrava en el centro.

Se cuenta que el rey Alfonso IX relata en un libro la importancia de Saceruela en la cacería, “es privilegiado por la cantidad y calidad”.

Este dominio de la naturaleza sobre el hombre dio origen a su nombre “sacer” y “vela”: villa sagrada.

En 1463, Pedro Girón, acompañado por el rey Enrique IV, paraba en Saceruela a su paso hacia Guadalupe, y en este año, el rey le concedió a Saceruela la independencia de Piedrabuena y le dio los anejos de Valdemanco del Esteras y Gargantiel, que fueron de Saceruela hasta la Primera Guerra Carlista, después de la cual el pueblo quedó totalmente destruido, habiendo además quemado todos los archivos, el ayuntamiento y la iglesia, hechos que se atribuyen al capitán Araña o Telaraña posiblemente llamado Juan Ballesteros, que era de Abenójar.

En los siglos XIX y XX, estos caminos pasaron a ser vías secundarias, por lo que la importancia de la población decayó.

A mediados del siglo XIX, el lugar tenía contabilizada una población de 225 habitantes.

También se dedica a cooperar en obras destinadas al desarrollo con la reseña SACER.

La Orden cruza a Caballeros y Damas Archicofrades en personas que hayan sido significativas en asuntos humanitarios, religiosos o sociales; pero siempre tras superar un detallado proceso de Provanzas, tras cumplir detalladas obligaciones espirituales, hospitalarias y ceremoniales.

Está presente en España, Bolivia, Portugal, Panamá, México, Perú, Francia, Italia, Alemania y Tierra Santa a través de sus Lugartenencias Generales.

Cruz de la Orden del Sacer