Las hojas pueden ser imparipinnadas o ternadas con 3 a 7 folíolos ovados con márgenes serrados, haz verde y envés blanquecino.
Florece sobre las ramas del segundo año y tras la fructificación estas se secan.
Esta fruta del bosque es parecida a la zarzamora, pero más pequeña y blanda.
[4][5] Crece con mayor frecuencia en claros de bosques o prados, en altitudes hasta los 1200 msnm,[3] en especial donde el fuego o las talas han dejado un espacio abierto para que medre esta colonizadora oportunista.
Prefiere suelos profundos y ácidos, pues los calcáreos le producen clorosis.
[14] Ver: Rubus idaeus: epíteto latino que significa "del monte Ida".