Hacia 1842, se realizó un censo y el municipio apenas contaba con 30 habitantes en total.
La primera se convertiría en Duquesa de Alba al casar con Jacobo Fitz-James Stuart y Ventimiglia.
El municipio tuvo a lo largo de su existencia una economía basada en la agricultura y la ganadería.
La primera referencia escrita a Romanillos es en las Relaciones topográficas de Felipe II (1575), en la que únicamente se decía que este pertenecía a Pedro de Lodeña.
Se cree que su función era la de abastecer las antiguas huertas del municipio.