Rodrigo Méndez Silva

[2]​ Tras aprender a leer y escribir con un cura y un sacristán en el mismo Celorico, contrajo matrimonio con diecisiete años con Clara Gómez Feijóo y vivió con ella de su hacienda en Celorico hasta que en 1635 se trasladó a Madrid llamado por Diego Suárez, del Consejo de Portugal.

El 11 de mayo fue arrestado y días después hizo sus primeras declaraciones espontáneas en su descargo.

El 30 de ese mes se procedió al inventario y secuestro de sus bienes con su biblioteca, formada por mil doscientos volúmenes entre libros impresos y manuscritos.

En él reconoció que entre sus libros, ninguno relacionado con el judaísmo, podían encontrarse algunos prohibidos, como las «Epístolas y Evangelios en Romance por fray Ambrosio Montesinos, en Alcalá, año de 1608», pero alegó que los tenía porque, no sabiendo latín –ni hebreo o griego, pues solo había estudiado historia particularmente— los necesitaba para su oficio y sin ellos no hubiera podido escribir, con muchos pasajes del Nuevo Testamento, «contra la tiranía de Cromuel de Inglaterra, persuadiendo a aquel Reyno a la desconveniençia grande de tenerlo por protector».

Confesó entonces que haría como doce o trece años el doctor Fernando Cardoso, médico de Madrid huido a Italia, «amigo suyo y de grande confianza», le había convertido al criptojudaísmo y que durante un tiempo había tenido dudas, manteniéndose unas veces firme en la ley de Cristo y otras dudoso de cuál ley fuera mejor.

[11]​ Pero pasados dos o tres años leyó el Dialogo entre Discípulo y Mestre catechizante del judío renegado João Baptista Este, «onde se resolven todas as duuidas que os Judeus obstinados costumão fazer contra a verdade da Fé Catholica», y «bolbio en sí y reconocío que yba errado», retornando al catolicismo hasta que, hacía tres años, otro «marrano» llamado Francisco del Oyo, alias Henríquez, le dijo que todo lo que decía el libro de Este «eran pataratas» y le persuadió de guardar el sábado y abstenerse de comer tocino, lo que hizo «todas la veces que podía, sin ser notado».

Pedro de Villafranca : Retrato de Rodrigo Méndez Silva, de edad de 33 años. Ilustración de Vida y hechos de Nuno Alvarez Pereyra, por Rodrigo Méndez Silva , 1640. Biblioteca Nacional de España .
Frontispicio del Chatalogo real de España , Madrid, Imprenta Real, 1637, con la efigie del príncipe Baltasar Carlos a quien iba dedicada la obra