Manuel Cortizos
Sus préstamos a la Corona en la época de Felipe IV (especialmente delicada fue la ocasión en que socorrió con ochocientos mil escudos que necesitaba con urgencia el rey durante la guerra de Cataluña -desde 1640-) le convirtieron en una destacada figura de la corte.Por entonces vivía en la calle Huertas de Madrid con sus tíos Antonio López Ferro y Mencía de Almeida (hermana de su madre), y había convertido el establecimiento comercial de su padre en un verdadero banco, que comienza a hacer préstamos al rey, convirtiéndose en asentista y factor.Para incrementar su prestigio, patrocinó todo tipo de fundaciones piadosas y construcciones religiosas, entre ellas la Ermita de San Antonio de los Portugueses (hoy desaparecida, ocupaba un lugar en los jardines del Retiro donde hoy se levanta la fuente del Ángel Caído).Protegió al cronista Rodrigo Méndez Silva, también judeoconverso portugués (posteriormente fue procesado por criptojudío y huyó a Venecia).A su muerte, su hermano Sebastián regentó su firma comercial.