Rodrigo Flores de Aldana

Esquivel, por esa razón, tuvo que entregarle el mando.Felipe IV reiteró su instrucción en favor del quejoso y conminó a los súbditos que actuaban desde México a hacer valer su orden.El gobierno de Flores de Aldana se caracterizó por los abusos y la dureza de trato que tuvo el enviado real hacia los indígenas del lugar y por las constantes disputas que se dieron entre él y los clérigos que actuaban en Yucatán.Ocupó para ello un montículo (presuntamente un yacimiento maya) en donde se había establecido en años anteriores, el convento mayor de los franciscanos.Estos, al verse desposeídos de su lugar protestaron ante las autoridades del virreinato de la Nueva España, sin que dieran resultados sus quejas.