[5] En 1998, Holmes fue designado para la recién creada Rajiv Gandhi Chair in Peace and Disarmament (Cátedra Rajiv Gandhi para la Paz y el Desarme) en la Universidad Jawaharlal Nehru de Nueva Delhi (India), donde desarrolló tareas de enseñanza, investigación y conferenciante.
En 2007 fue galardonado con el Goergen Award for Distinguished Achievement and Artistry in Undergraduate Teaching.
[33] A lo largo de los últimos cuarenta años, Holmes ha abordado diversos dilemas morales que se plantean en las sociedades modernas, entre los que se incluyen el terrorismo, la disuasión nuclear o los conflictos armados en general.
En su libro On War and Morality (1989) ofrece una defensa filosófica del pacifismo y su puesta en práctica.
El primer grupo lo forman los «realistas positivistas», quienes argumentan que los conceptos de «bien» y «mal» resultan irrelevantes cuando se trata de abordar los asuntos internacionales, así como los «realistas normativos» que afirman que las consideraciones morales no deben jugar ningún papel a la hora de dirigir la política exterior.
Holmes rechaza esta visión por creer que, al sugerir que el idealismo wilsoniano habría conducido inevitablemente a la Segunda Guerra Mundial y al confundir moralidad con moralismo, interpreta torcidamente la historia del siglo XX.
Holmes lo considera moralmente injustificable en la medida en que tanto el asesinato como el recurso a la violencia no tienen justificación moral desde un principio, a pesar de las posibles consecuencias que podrían derivarse de esos hechos.
Incluso si una guerra fuese considerada «justa» según los criterios del jus ad bellum o el jus in bello, podría no ser considerada moralmente aceptable basándonos en la violencia organizada que ello genera en el mundo moderno.
[34][35][36] Su último libro, Pacifism: A Philosophy of Nonviolence, ofrece una ampliación del análisis presentado hasta entonces.
Como expone de forma resumida: «Para ser un pacifista pragmático, uno sólo necesita sostener que la violencia a gran escala, organizada y sistemática de la guerra resulta inadmisible en el mundo actual».