La familia Madrazo ha sido descrita como una de las dinastías pictóricas más importantes, que dominó literalmente la pintura del siglo XIX en España.[3] En 1866 entabla amistad con Mariano Fortuny, que tendrá una gran influencia en su arte y en su vida.Al año siguiente, Fortuny se casó con su hermana, Cecilia de Madrazo.Durante la guerra franco-prusiana, él y Raimundo volvieron a España, instalándose en Granada.[3] Una vez establecido en Madrid, comenzó a centrarse en los retratos, que eran la especialidad de la familia Madrazo.