Revuelta de la Sal

En el marco de la «competencia entre las élites» se encuadran muchas guerras civiles peruanas.

Estas milicias paramilitares habían sido lideradas en Huanta por el coronel Miguel Lazón Llamas (1825-1890).

A la mañana siguiente, llegó un mensajero con la respuesta de Portillo, quien reconocía no tener la autoridad para anular tal ley pero proponía mandar las quejas al gobierno central.

[14]​ Los iquichanos suman 2000[15]​ a 6000[13]​ indios armados con lanzas, palos, hondas y algunos fusiles viejos.

[14]​ El subprefecto Abad, el alcalde Odilón Vega, algunos amigos y una pequeña guarnición de policías intentan defender la villa, son apenas una veintena de hombres,[12]​ incluyendo 2 oficiales y 11 soldados.

[12]​ La batalla había durado más de dos horas y en ella murieron 3 soldados gubernamentales.

[13]​ El prefecto de Ayacucho solicitó refuerzos inmediatamente por miedo a que atacaran la capital provincial, pedía unos 500 infantes y 150 jinetes,[10]​ pero los indios no avanzaron contra Ayacucho y se limitaron a volver a sus hogares;[16]​ sólo lo habían considerado en agosto, cuando preparaban su alzamiento y sabían que el prefecto estaba de viaje en la costa.

[17]​ La tropa se componía de 800 infantes armados con modernos fusiles Mannlicher, caballería y dos cañones Krupp.

[20]​ Por último, dejó una tropa guarneciendo la ciudad mientras algunos batallones marchaban por los pueblos de los alrededores, incluido Iquicha.