Revolución naranja

Bajo un intenso escrutinio por parte de observadores domésticos e internacionales, la segunda contienda se declaró «libre y justa».

[3]​ En los años que siguieron a la Revolución Naranja fue usual que en Bielorrusia y Rusia esta se utilizara como una asociación negativa entre los círculos progubernamentales, por miedo de contagio.

Georgiy Gongadze, un periodista ucraniano y el fundador de Ukrayinska Pravda (un periódico en Internet reconocido por publicar la corrupción o conductas poco éticas de políticos ucranianos) fue secuestrado y asesinado en el año 2000.

Durante este tiempo los ucranianos se hallaban impacientes al estar esperando una transformación política y económica del país.

Yúshchenko era un líder carismático que no demostraba signos de corrupción.

Este se encontraba al mismo nivel que sus votantes, presentando sus ideas en un estilo no soviético.

La Revolución Naranja tuvo el impacto suficiente para atrapar el interés de la población, tanto jóvenes como adultos.

En septiembre de 2004, Yúshchenko sufrió un envenenamiento por dioxina en circunstancias misteriosas.

Más tarde, después de que la segunda ronda fuese anunciada, Oleksandr Moroz declaró su apoyo a Víktor Yúshchenko.

Sin embargo, debido a que no se encontraba claro que algún candidato se encontrara lo suficientemente cerca de recolectar una mayoría en la primera ronda, el desafiar los resultados iniciales no hubiese afectado el resultado final de la elección.

Después, el color dio nombre a toda una serie de términos políticos, como «los naranjas» (Pomaránchevi en ucraniano) por sus simpatizantes.

Estas acusaciones fueron respaldadas por alegaciones similares, a menor escala, durante la primera ronda electoral del 31 de octubre.

Los consejos locales en Kiev, Leópolis[16]​ y muchas otras ciudades pasaron, con la aprobación popular, un rechazo simbólico a aceptar la legitimidad de los resultados oficiales de la elección, y Yúshchenko tomó un juramento presidencial simbólico.

[17]​ Este juramento, tomado por Yúshchenko en las cámaras medio vacías del Parlamento, careciendo de quorum, siendo que únicamente la facción encabezada por Yúshchenko se encontraba presente, no pudo haber tenido un efecto legal.

Algunos observadores argumentaron que este juramento presidencia simbólico pudo haber sido útil para el campo de Yúshchenko si los eventos hubieran tomado una ruta más conflictiva.

En semejante escenario, este juramento presidencial pudo haber sido utilizado para prestar legitimidad al argumento que, contrario a su rival, quien había intentado obtener la presidencia mediante el fraude, este era la autoridad legítima para dar órdenes a las agencias militares y de seguridad.

Yanukóvich fue certificado oficialmente como ganador por la Comisión Central Electoral de Ucrania, la cual se hallaba implicada en la supuesta falsificación de los resultados electorales por retener la información que recibía de lo distritos locales y por llevar a cabo un servidor computacional paralelo para manipular los resultados.

Por la Constitución de Ucrania, el voto de no-confianza demandaba la resignación del gobierno, pero el parlamento no contaba con medios para obligar a la resignación sin la cooperación del primer ministro Yanukóvich y el aún presidente, Kuchma.

Por ende, se invalidaron los resultados oficiales que le habrían dado a Yanukóvich la presidencia.

[19]​ Esta decisión fue vista como una victoria por el campo de Yúshchenko, mientras que Yanukóvich y sus simpatizantes buscaron una repetición de las elecciones por completo, como segunda opción si a Yanukóvich no le era entregada la presidencia.

El parlamento también aprobó cambios a la Constitución, implementando una reforma política respaldada por el presidente Kuchma como parte de un compromiso entre las autoridades y la oposición.

No quería que cadáveres de Kiev fluyeran por el río Dniéper.

Oleksandr Galaka, director del GUR (inteligencia militar) hizo llamadas para "prevenir una masacre".

En conjunto con el deseo de evitar una masacre, el artículo del New York Times sugirió que los oficiales de seguridad fueron motivados por una aversión personal ante la posibilidad de tener que servir al Presidente Yanukóvich, quien había sido condenado en su juventud por robo y asalto, y tenía una supuesta conexión política con hombres de negocios corruptos, especialmente si este iba a ascender a la presidencia a través del fraude.

Éste fue el precio de Oleksandr Moroz por su participación decisiva en darle la victoria presidencial a Yúshchenko.

Como resultado, el presidente Víktor Yúshchenko tuvo que enfrentarse con un poderoso primer ministro quien tenía el control de muchos portafolios importantes.

[30]​ El presidente en turno, Víktor Yúshchenko obtuvo un 5,5 % de los votos durante la elección.

[38]​[39]​[40]​ El presidente Yanukóvich declaró que trasladó el "Día de la libertad" debido a varias increpancias desde el público.

En círculos nacionalistas rusos, la Revolución naranja fue vinculada con el fascismo, debido a que, pese a ser marginal, el nacionalismo ucraniano de grupos de extrema derecha y de ucranianos-americanos (incluyendo a la esposa de Víktor Yúshchenko, Kateryna Yúshchenko, quien había nacido en los Estados Unidos) se vieron involucrados en las demostraciones; los grupos nacionalistas rusos vieron a ambos como ramas del mismo árbol del fascismo.

Yúshchenko durante la Revolución Naranja contra el fraude electoral (noviembre de 2004).
Víktor Yúshchenko , el principal candidato de la oposición
Víktor Yanukóvich , el antagonista de Yúshchenko
Un lazo naranja , símbolo de la Revolución Naranja ucraniana. Los lazos son representaciones comunes de la protesta no violenta.
Protestas durante la Revolución Naranja.
Protestas del 4 de febrero de 2012 en contra de la Revolución naranja en Rusia; en la pancarta se lee, en ruso, "¡La Revolución naranja no pasará!".