Es una figura histórica polémica, honrada por movimientos nacionalistas de Ucrania y por organizaciones de extrema derecha,[1][2][3][4][5][6]y denostado por los que se oponen al nazismo y el fascismo.
Involucrado en organizaciones nacionalistas desde una edad temprana, Bandera fue condenado a muerte por su participación en el asesinato del ministro de Interior de Polonia Bronisław Pieracki en 1934, aunque su sentencia fue conmutada por cadena perpetua.
[7] Sin embargo, los alemanes desaprobaron la proclamación de Bandera y, ante su negativa a rescindir el decreto, fue arrestado por la Gestapo.
Después de la guerra, Bandera se estableció con su familia en Alemania Occidental, donde siguió liderando la OUN-B y trabajando con varias organizaciones anticomunistas tales como el Bloque de Naciones Antibolchevique, así como con los EE. UU.
[19][20][21] Mientras algunos ucranianos lo aclaman como un libertador que luchó contra los estados soviético, polaco y nazi a la vez que intentaba establecer una Ucrania independiente; otros ucranianos, así como Polonia y Rusia, lo condenan como un fascista[22] y un criminal de guerra[23] ya que fue, junto con sus seguidores, en gran parte responsable de las masacres de civiles polacos[24] y, parcialmente, del Holocausto en Ucrania.
Bandera escribió en sus memorias sobre "la enorme diferencia entre las unidades militares ucranianas y las moscovitas".
En 1929 ingresó en la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN), donde ascendió rápidamente a diversos cargos.
En 1933 ya era jefe regional y comandante de la Organización Militar Ucraniana (UVO).
[31] Sin embargo, las autoridades alemanas arrestaron al recién formado Gobierno ucraniano e internaron a sus miembros en campos de concentración en Alemania.
La supuesta participación del Nachtigall en el pogromo judío tampoco se confirmó durante las audiencias judiciales después de la Segunda Guerra Mundial.
Sin duda no se descarta la posibilidad de que algunas unidades de combatientes del batallón, así como algunos nacionalistas ucranianos miembros del OUN podrían haber participado en los pogromos.
En septiembre de 1944 lo excarcelaron, esperando que su popularidad entre los ucranianos ayudara contra el avance soviético.
Con autopromoción en la prensa escrita y radiofónica alemana, Bandera siguió siendo popular entre miles de exiliados ucranianos en Alemania.
Su aparente efectividad hizo que la inteligencia de la Alemania Federal, el Bundesnachrichtendienst (BND), estableciera contacto en 1956.
El general Reinhard Gehlen, director del BND, había dirigido la inteligencia alemana en la Unión Soviética durante la guerra.
La justicia alemana condenó a Stashynsky a 8 años de prisión por el asesinato de Bandera, declarando que la culpa principal la tenía el Gobierno soviético, porque la orden de asesinar a Bandera vino del jefe del KGB Aleksandr Shelepin y del primer ministro soviético Nikita Jrushchov.
Las evaluaciones de sus actividades varían desde una total adhesión hasta una visión muy negativa.
[38] Stepán Bandera es una figura controvertida tanto en Ucrania como a nivel internacional.