Al reunirse ambos jefes en Rancagua, tenían una fuerza no superior a mil hombres.
Ante la situación comprometida de Prieto, Diego Portales preparó un levantamiento en Santiago.
Concepción era dominada también, quedando prácticamente todo el país en manos de los golpistas.
Esta junta no poseía voluntad activa y estaba aplastada por dos ejércitos enemigos, ninguno de los cuales era adicto.
Ruiz-Tagle no tuvo tropiezos en reparar la campaña contra Freire, aunque Prieto procedía sin tomarlo en cuenta.
Esta solución determinó que Prieto siguiera las sugestiones políticas de Portales.
Prieto se había propuesto concluir la guerra por el aniquilamiento del ejército de Freire, lo que logró ampliamente.
Históricamente, la Guerra Civil de 1829-1830 tuvo mucho influjo en el ámbito político y pese a que enfrentó a bandos opuestos, (o'higginistas, estanqueros y pelucones contra pipiolos), después de Lircay y de la represión brutal, los triunfadores conservadores siguieron encontrando oposición.