Revista de Santiago

Así, cada número se cerraba con un balance actualizado de la situación política y económica del país, al cual ocasionalmente el autor añadía un comentario literario.

El primer período de la revista, que se extendió entre los años 1848 y 1849, culminó con la publicación del llamado «Manuscrito del diablo», artículo en el que Lastarria fustigó a la sociedad chilena y sus costumbres.

Sin embargo, el nuevo director encauzó la revista hacia temas distintos a los de su primera época.

[2]​ Sin embargo, el cambio en la dirección produjo transformaciones en la orientación de la revista y roces entre sus miembros, adictos a facciones distintas del Partido Liberal.

Lastarria suspendió sus colaboraciones, a lo que Matta replicó, con ironía: En esta segunda etapa la Revista de Santiago arremetió con fuerzas en la arena política, lanzando críticas a la postura del presidente Manuel Montt o a la misma Constitución, lo que terminó significando el fin de la publicación, por orden del Gobierno de Manuel Montt.

Lastarria fue convocado nuevamente para contribuir con la publicación y fue durante esta etapa que dio a conocer sus comentarios sobre la Constitución de 1833 propugnada por Diego Portales.