Retrato de la Marquesa de Santiago

La marquesa era la hija única de una rica familia, heredando sus tres títulos nobiliarios y consecuente fortuna.

Lleva un vestido negro con una fina mantilla blanca cubriéndole la cabeza adornada con un tocado de flores frescas, medias de seda y chapines dorados.

Su mano izquierda porta un abanico cerrado y su puño derecho se apoya en la cintura, en un gesto popular.

Su rostro poco agraciado aparece ausente y cansado.

[2]​ Sufriendo de mala salud, morirá pocos años después.

Retrato del Marqués de San Adrián , pendant de este retrato.