La marquesa era la hija única de una rica familia, heredando sus tres títulos nobiliarios y consecuente fortuna.
Lleva un vestido negro con una fina mantilla blanca cubriéndole la cabeza adornada con un tocado de flores frescas, medias de seda y chapines dorados.
Su mano izquierda porta un abanico cerrado y su puño derecho se apoya en la cintura, en un gesto popular.
Su rostro poco agraciado aparece ausente y cansado.
[2] Sufriendo de mala salud, morirá pocos años después.