La restauración prepucial es el proceso de expandir la piel del pene para reconstruir un órgano similar al prepucio, cuando ha sido extirpado por circuncisión o por lesión.
La restauración crea una copia del prepucio, pero no es posible recuperar los tejidos especializados que son removidos durante la circuncisión.
[1] En el mundo grecorromano, los genitales intactos, incluyendo el prepucio, eran considerados una señal de belleza, cortesía y masculinidad.
[2] La restauración prepucial es de origen antiguo y se remonta al reino del emperador romano Tiberio, cuando se empezaron a utilizar procedimientos quirúrgicos para alargar el prepucio a individuos nacidos con un prepucio corto y que no cubría completamente el glande o cuando había un glande completamente expuesto como resultado de la circuncisión.
[5] Algo similar ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial, cuando algunos judíos europeos buscaron la restauración prepucial para evitar ser perseguidos por los nazis.
El método más comúnmente utilizado es la restauración prepucial no quirúrgica, que se logra mediante la expansión de tejido.
El acto de estirar la piel a menudo se describe informalmente como "halar" entre estos grupos, en particular los que existen en la Internet.
[7][8] Muchos dispositivos de restauración prepucial especializados, que sujetan la piel con o sin cinta, también se encuentran disponibles en el comercio.
Esto provoca un estiramiento circunferencial de la piel que se cree estimula la mitosis.
[cita requerida] Es necesario ajustar la cantidad de tensión producida por cualquier método que se use para evitar lesiones, dolor o malestar, y esta tensión determina un límite en la velocidad a la que puede crecer la piel nueva.
[15] Técnicas como éstas son costosas y es posble además que produzcan resultados insatisfactorios o complicaciones graves relacionadas con el injerto de piel.
[17] Se han logrado avances notables en el campo de la medicina regenerativa en las últimas dos décadas.
En 2014, se anunció que podría ser posible cinco años después del anuncio inicial.
[25] La regeneración prepucial es experimental en este momento y, para septiembre de 2018, ninguna fuente médica publicada describe el que se haya regenerado por completo o que se haya vuelto a unir un prepucio funcional de manera exitosa.
[cita requerida] La restauración crea un facsímil del prepucio, aunque no es posible recuperar los tejidos especializados que fueron extraídos durante la circuncisión, en particular, la banda rugosa, una estructura inervada que rodea el pene a lo largo de la cúspide del prepucio, y que tiene entre otras funciones la de contraer la abertura alrededor del glande.
En general, la piel crece más rápidamente de lo que lo hace la membrana mucosa en respuesta al estiramiento.
[29] El proceso de restauración prepucial busca regenerar parte del tejido extirpado por la circuncisión, así como proveer cobertura al glande.
Estos problemas incluyen cicatrices prominentes (33%), insuficiente piel del pene para tener una erección cómoda (27%), curvatura eréctil debido a la pérdida desigual de piel (16%) y dolor y sangrado durante la erección o manipulación (17%).
[15][30][31] Se han fundado varios grupos a favor de la restauración prepucial desde finales del siglo XX, especialmente en Estados Unidos, donde aún la circuncisión se realiza de forma rutinaria en los bebés varones, en otros países anglosajones como Canadá, Australia y especialmente Nueva Zelanda han tenido una reducción considerable en esta práctica cuestionada por estos grupos.