Actualmente son más bien pocos los galachos que pueden encontrarse en el Ebro, existiendo además de los tres en esta reserva natural otro en Juslibol.
La altitud oscila entre 180 y 260 m s. n. m.[1] Los galachos son los antiguos meandros abandonados por el cambio del cauce del río, de tal forma que la reserva natural está formada por varias lagunas, islas y bosques de ribera.
Presenta zonas de aguas libres, pero la mayor parte están ocupadas por carrizales.
Las balsas son formadas por el hundimiento del terreno debido a que los yesos del subsuelo se disuelven por las aguas subterráneas y acaban desplomándose formando simas o dolinas que cuando aflora agua se les llama popularmente "Ojos".
Desde los años 60, las avenidas de agua no son tan grandes debido a la regulación del río, lo que ha provocado que nuevos galachos hayan dejado de formarse.
Al alejarse del agua aparecen por este orden: tamarizas, salces, chopos y fresnos de hojas estrechas.
Entre las especies animales que viven en los galachos se hallan aves como ratoneros, grajillas, pitos reales, currucas capirotadas y tordos; mamíferos como tejones comunes, zorros, ginetas y ratones de campo.