Eduardo de Woodstock ha sido representado en el arte, el cine, la literatura, obras de teatro y juegos.
Aparece de forma destacada como personaje en Eduardo III, una obra del siglo XVI en parte atribuible, posiblemente, a William Shakespeare.
Es mencionado en dos obras de Shakespeare: Ricardo II y Enrique V. Roger Boyle, I conde de Orrery dedicó a Eduardo su obra de 1667 El Príncipe Negro.
(Sobre todo en este último) de la autora alemana Cornelia Funke