John Amery era un anticomunista fanático que abrazó las doctrinas fascistas de la Alemania Nazi.Teniendo problemas económicos, salió del Reino Unido y se estableció en Francia, donde conoció al líder fascista francés Jacques Doriot.Adolf Hitler quedó impresionado por el fascista británico y permitió que Amery permaneciera en Alemania como huésped del Tercer Reich, donde realizó una serie de emisiones de propaganda pronazi por radio, dirigidas al Reino Unido.Se decretó que ningún miembro del Britisches Freikorps podría tomar parte en acciones contra tropas británicas o de países del Commonwealth, ni tampoco podría utilizársele para labores de espionaje.Finalmente, se decidió equipar a la unidad con los uniformes estándar de las SS, dotados con las insignias apropiadas: una bandera británica ordadas en las mangas.En agosto de 1944, cuatro reclutas se alistaron, incluyendo al teniente William Shearer.No obstante, los problemas continuaron al ser muy escasas las posibilidades de hallar nuevos reclutas.Como consecuencia, el comandante de los cuarteles de Hildesheim se dirigió a Roepke y Roggenfeld para solicitar que el Britisches Freikorps se enviase a otra parte en tanto era inviable seguir manteniendo una unidad tan minúscula.Hugh Cowie, un highlander de Gordon, tramó un plan para utilizar su posición temporal como guardia para escaparse.Viendo que solo quedaban perspectivas de luchar por una causa perdida, los hombres del Britisches Freikorps buscaron nuevas maneras para fugarse una vez más.Durante el viaje, la mayoría de los miembros se quitaron sus insignias del Britisches Freikorps.A su llegada, el convoy que los transportaba sufrió un bombardeo de la artillería soviética, aunque no causó bajas.Así, para todo efecto práctico, el Britisches Freikorps nunca llegó a constituirse en unidad de combate y no participó en la lucha.Sí se sabe que Bob Rossler murió luchando en la División Nordland cuando esta tomó parte en la batalla por la defensa de Berlín ante el Ejército Rojo.Un prisionero canadiense, el soldado Edwin Barnard Martin, dijo que se unió al Cuerpo "para destruirlo".[3] El soldado neozelandés Roy Courlander afirmó en su corte marcial que se unió al Cuerpo por razones similares, para reunir información sobre los alemanes, fomentar una revolución detrás de las líneas alemanas o sabotear la unidad si la revolución fracasaba.