República de La Boca

Al igual que otras similares, sus miembros (“ciudadanos”) utilizaban títulos rimbombantes y recibían “honores” ficticios.Roca, sino al caudillo boquense Pepe Fernández como artífice de la solución del conflicto.Tampoco el gobierno italiano parece haber recibido ninguna comunicación oficial del grupo de fieles genoveses.Probablemente el imaginario haya magnificado uno de los habituales conflictos que surgían por ese entonces en el barrio.[cita requerida] Su escudo era una herradura (símbolo de buena suerte), en cuyo interior se veía una mano haciendo los cuernos (“contra la jettatura”).También regía la Ley del Canuto, que era una especie de caño hueco por donde soplaba el presidente para hacer salir los decretos.[cita requerida] Organizaban eventos festivos, como las reuniones en la Isla Maciel, un apéndice de La Boca.Estas fiestas se siguieron realizando a lo largo de varios años, hasta que todo quedó en el olvido.No se sabe si aquella I República de La Boca terminó voluntariamente o cayó en el olvido.[cita requerida] En 1923 el pintor Benito Quinquela Martín decidió refundar la República de La Boca.[cita requerida] Organizaron imponentes desfiles callejeros y grandes fiestas en las que participaba toda la gente de La Boca e incluso algunas figuras internacionales.Este gobierno decidió seguir adelante, pese al alejamiento de Benito Quinquela Martín, quien se separó y creó la “Orden del Tornillo”.Quedó como custodio de dicha República el destacado vecino don Federico Cichero.
Puente Nicolás Avellaneda e Isla Maciel.
Calle Caminito.