En Alemania y Suiza se fabrican los tradicionales relojes de cuco donde existen decenas de pequeñas y medianas empresas que elaboran relojes, o algunos componentes del mismo.Por lo general, en los de ocho días la música suena solamente al dar las horas y en los de un día la melodía se escucha tanto a las horas en punto como a las y media.En un conocido manual sobre música, Musurgia Universalis (1650), el erudito Atanasio Kircher describe un órgano musical con varias figuras autómatas, entre las que se encontraba un cuco mecánico.En el grabado se muestran claramente todos los elementos de un cuco mecánico.Simultáneamente podía escucharse el canto del cuco producido por dos tubos de órgano afinados a una tercera menor o mayor.Cualquier mecánico o relojero que supiese leer latín o italiano, sabía después de leer estos libros que era bastante fácil producir el canto del cuco para indicar las horas.Posteriormente los relojes de cuco aparecieron en otras regiones que no eran conocidas por su industria relojera.Todavía no han sido esclarecidos los orígenes del reloj de cuco: dónde, cuándo y quién lo inventó.Los dos artesanos de Furtwangen se entusiasmaron tanto al verlo que compraron uno.La popularidad creció para los relojes de cuco en la región y cada vez más artesanos comenzaron a producirlos.Esta es principalmente la conclusión a la que han llegado expertos como Gerd Bender y Schaaf.Tuvo que pasar casi un siglo para que el reloj de cuco comenzara a fabricarse en la Selva Negra, donde ha permanecido hasta la actualidad como uno de sus productos más vendidos.Aún hoy continúan innovando con nuevos diseños, combinando otros y aplicando mejoras técnicas que han hecho del reloj de cuco una pequeña obra de arte apreciada en todo el mundo.Por lo general, la pintura estaba protegida por un cristal y algunos modelos presentaban una persona o animal con ojos que se movían de un lado a otro, siendo accionados por un sencillo mecanismo movido mediante la oscilación del péndulo.[8] Consistía en una caja cuadrada rematada en triángulo isósceles, lo que le da el aspecto de una casa con tejado.Aún hoy sigue siendo uno de los recuerdos preferidos por los turistas que visitan Alemania, Austria o Suiza.Es común encontrar en este estilo diferentes automatismos, además del cuco, como bebedores de cerveza que levantan sus jarras, leñadores cortando troncos, ruedas de molino que giran, etc.Por otra parte, muchos cuentan con una caja de música suiza –las melodías más populares son “Edelweiss” y “The Happy Wanderer” que suenan alternativamente– y figuras que bailan, las cuales entran en funcionamiento inmediatamente después del canto del cuco.En la actualidad se están fabricando determinados relojes de cuco inspirados en estilos decorativos contemporáneos, tanto en Alemania como en otros países, especialmente en Italia.Igualmente hay diseños vanguardistas con formas geométricas, tales como rombos, cuadrados, cubos, círculos, rectángulos, ovalados, etc., asimismo sin ningún tipo de talla, planos y lisos.Los hay pintados en un solo color aunque también los hay policromos con pinturas abstractas o figurativas, formas geométricas, líneas y franjas multicolores, etc. Algunos fabricantes ofrecen la posibilidad de personalizar el reloj para que lleve el nombre de una empresa, etc.En lo referente a los relojes de cuco más grandes del mundo para interior, en 1986 la desaparecida firma Dold talló uno para Chapman's Clock Shop en Douglasville (Georgia); algo menor es el que actualmente fabrica la compañía Anton Schneider.
Uno de los relojes de cuco más grandes del mundo con forma de casa tradicional de la
Selva Negra
(
Schonach
).
Cuco mecánico, 1650.
Uno de los primeros relojes de cuco, Selva Negra, 1760-1780 (Deutsches Uhrenmuseum, Inv. 03-2002).
Izquierda: Reloj Bahnhäusle de Friedrich Eisenlohr, 1850-1851; derecha: Kreuzer, Glatz & Co., Furtwangen, 1853-1854 (Deutsches Uhrenmuseum, Inv. 2003-081).