En cambio incorporan los rasgos de muchas religiones en sus vidas diarias en un proceso conocido como sincretismo.
Las calles japonesas se decoran en Tanabata, Obon, Halloween y Navidad.
[cita requerida] Muchas personas, sobre todo aquellas pertenecientes a generaciones jóvenes, sienten que las religiones en Japón son la parte de la cultura tradicional.
Sin embargo, el sintoísmo y el budismo no son mutuamente excluyentes: muchas personas se declaran al mismo budistas y sintoístas, por lo que los números son difíciles de separar entre estas dos religiones.
[4] Una frase común en Japón es que los japoneses "nacen sintoístas y mueren budistas" porque es común que los niños pequeños sean presentados en santuarios sintoístas (por tradición a los trece días de nacidos) pero casi todos los funerales se realizan en templos budistas, esto por características propias de cada religión y sus énfasis (el sintoísmo, por ejemplo, prácticamente no refiere nada sobre la vida tras la muerte y se concentra en la vida, además los muertos son tabú pues "ensucian" un lugar, mientras el budismo presta gran importancia en tener un buen o auspicioso renacimiento en las vidas futuras).
[6] Algunos académicos también han propuesto que mientras el budismo y el sintoísmo se practican conjuntamente, la mayoría de japoneses que reportan alguna religión reportan el budismo porque ésta es vista como una religión establecida en Occidente con un estatus similar al cristianismo o el islam, mientras el sintoísmo puede ser más incomprendido como algo "pagano" o supersticioso.
Ya que cada una de estas cosas fue asociada con una deidad esto causó un complejo politeísmo religioso.
Sin embargo, durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) se proscribió el cristianismo en todas sus formas.
Las sinagogas están en Tokio y Kōbe, y hay aproximadamente 600 judíos extranjeros no militares que residen en todo el Japón [2] Archivado el 8 de noviembre de 2010 en Wayback Machine..
Japón contactó con la religión que viene del oeste cuando Kanichi Yamamoto (山 本 寛 一), que vivía en Honolulu, Hawái, se convirtió en 1902, y el segundo fue Saichiro Fujita (藤田 左 弌 郎?).
El primer converso bahá'í en suelo japonés era Kikutaro Fukuta (福田 菊 太郎), en 1915.
Indonesios, bengalíes, pakistaníes e iraníes, constituyen las mayores comunidades de musulmanes extranjeros en Japón.