Recto y verso son términos utilizados para los textos de dos caras: el recto es el lado frontal, mientras que el verso es el lado posterior de una hoja de pergamino, papel y papiro.
Los términos recto y verso tienen su origen en el uso del papiro como soporte de la escritura.
Se utilizó principalmente en Egipto, Grecia y Roma para escribir todo tipo documentos y obras literarias, primero en formato rollo, progresivamente a partir del siglo III d. C. las obras literarias, primero las cristianas, en formato códice.
En el primer lado que se utilizaba porque el cálamo se deslizaba más fácilmente, las fibras corrían horizontalmente (cara perfibral) y el reverso, donde corrían verticalmente (cara transfibral), la escritura era perpendicular a las fibras.
La distinción entre «recto» y «verso» puede ser conveniente en la anotación de libros académicos, en particular en las ediciones bilingües.