Rambla es el término con el que se conoce en España, especialmente en su parte oriental, a un barranco, es decir, un cauce (excavado por el agua de escorrentía superficial concentrada) con caudal solo temporal u ocasional debido a las lluvias.
Sin embargo, en algunas ocasiones se aplica excepcionalmente este término como sinónimo a verdaderos ríos con caudal permanente, como es el caso del río Magro (o Rambla de Algemesí), en la provincia de Valencia (España).
Las ramblas son cauces con regímenes torrenciales, presentes en climas áridos o subáridos, con precipitaciones escasas e irregularmente distribuidas, que pueden ser episódicamente intensas.
Bajo clima mediterráneo seco o subdesértico pueden ser el único tipo de cauce autóctono.
Los ríos anastomosados tienen un cauce de grandes dimensiones pero con pequeños canales separados por las islas alargadas formadas por los aluviones (bloques, cantos rodados, grava).
En caso de tormenta, el agua que baja por la rambla puede arrastrar edificaciones, vehículos y personas.
Por regla general, las ramblas tienen cauces muy desproporcionados con el caudal escaso y esporádico que llevan.
Los agricultores y la población en general, deben tener mucho cuidado con el uso de las ramblas con fines agrícolas o urbanísticos ya que son, por sus propias características, zonas de riesgo ambiental permanente en muchos casos.