Nacido en 1893, fueron sus padres Francisco Montoya y Francisca Acevedo, originarios del departamento de León, quienes se trasladaron a Managua, junto con el pequeño Ramón y se establecieron en el antiguo barrio "del Nisperal", donde después se construyó la Escuela de Artes y Oficios, desaparecida en el terremoto de 1972.
La estatua la enviaron a la ciudad de Granada por órdenes del general Emiliano Chamorro al buscar congraciarse con Monseñor Canuto José Reyes y Valladares, Obispo de Granada, quien pensaba fundirla y utilizar su bronce para campanas de la Catedral.
Monseñor Reyes y Valladares, desistió de su idea y considerada un objeto mueble se vendió por 250 pesos al granadino José Cuadra.
Muchas voces se alzaron en defensa del monumento y su significación para el pueblo e historia de Nicaragua.
Al pie, alegórica a la Patria está sentada una dama tocada con el gorro frigio asumiendo una actitud entristecida o contemplativa, es una escultura de mármol blanco de un romanticismo escultórico neoclásico.