Comenzó a escribir versos cuando apenas contaba siete años de edad.
Publicó los primeros en la revista Rumbos que dirigía el escultor e imaginero Víctor González Gil.
Se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad de Madrid y obtuvo una beca para estudiar dos años en Portugal durante la Segunda Guerra Mundial; allí se licenció en Literatura Portuguesa por la Universidad de Coímbra.Durante la Guerra Civil escribió en la revista El mono azul y fue el miembro más joven de la Alianza de intelectuales antifascistas.
Entregado a una intensa actividad cultural, dirigió además el Aula de Literatura del Ateneo de Madrid y la revista La Estafeta Literaria.
Siguieron Poesías completas (1949), Canción sobre el asfalto (1954), tal vez su obra más madura, donde aborda el tema de la ciudad y sus miserias y canta con delicada sensibilidad a las pequeñas cosas, a lo humilde y olvidado (una temática similar, coincidente en el tiempo, a la de las "Odas elementales" del chileno Pablo Neruda); La rueda y el viento (1971), Prado de serpientes (1982), cuyo título se inspira en una expresión al final de La Celestina (en el "planto" de Pleberio, padre de Melibea) en que se califica así al mundo, y Obra poética completa (1999).