Su principal afluente es el citado río Quinto, el cual durante los períodos húmedos le alcanza superficialmente, aportándole grandes caudales en las proximidades de la ciudad de Bragado, mientras que durante los períodos secos el mismo río lo alimenta subterráneamente desde el sector llamado Brazo Norte (si se observa un mapa de la Argentina, se nota que desde los Bañados de la Amarga hasta la laguna El Chañar existe una línea casi recta que une al Quinto con el río Salado).
Sin embargo, los canales rectilíneos, que casi en su totalidad desembocan paralelamente en la bahía de Samborombón, significan graves problemas ecológicos (y por ende económicos en mediano y largo plazo), ya que facilitan el denodado de la tierra fértil, que es de este modo arrastrada velozmente por las aguas hacia el mar y una veloz pérdida —sin un buen usufructo— del agua dulce aportada durante la temporada de lluvias; esto es, para ahorrar en términos de corto plazo se ha despreciado el plan propuesto a fines del siglo XIX por el sabio paleontólogo e ingeniero Florentino Ameghino,[3] plan que contempla la derivación de las aguas dulces excedentes hacia zonas bajas y lagunas para crear reservorios (que servirían de recargadores del acuífero Puelche).
Dicho plan busca disminuir las inundaciones en la cuenca del río para incorporar a la producción agropecuaria miles de hectáreas.
[10] El primer cruce ferroviario del río se efectúa en 1871, con la inauguración del puente a la altura de la Estación Villanueva, en el Partido de Ranchos, que comunicaba con la estación "Salado" en el ramal a Las Flores.
En el año 1872 se inauguró el puente caminero llamado "La Postrera", diseñado por el ingeniero Huergo, en un paso del río Salado entre los partidos de Pila y Lezama.
En el pasado, al Río Salado se le daba por metonimia el nombre de Tubichá Miní, que en guaraní (pueblo que influyó en los querandíes o tehuelches septentrionales boreales), significa "patrón" o "jefe chiquito".