Se desempeñó como vicecónsul argentino en Dinant hasta su fusilamiento en 1914 por las tropas alemanas que invadieron Bélgica durante la Primera Guerra Mundial.
[6] En la mañana del 23 de agosto el ejército imperial volvió a invadir la ciudad.
[7][8] Durante el ataque, Himmer se refugió junto a su familia y sus obreros en la fábrica de lana.
[9] Los archivos del consulado habían sido trasladados por Himmer y puestos a resguardo en la fábrica, pero esta fue incendiada al día siguiente dejando daños valuados en alrededor de 4.000.000 de francos.
[12] La invasión de Bélgica fue ampliamente cubierta por el escritor y periodista Roberto Payró para el diario La Nación.
Payró había decidido quedarse en Bélgica para informar de primera mano a los lectores argentinos de los sucesos acontecidos durante la guerra,[13] plasmando mediante sus crónicas las muertes de Himmer, y luego la del holandés Julio Lemaire, canciller argentino en el Consulado General en Amberes, siendo estos los primeros incidentes que ponían en compromiso la neutralidad argentina.
[11][13][16] Además, a pedido del presidente De La Plaza, el Procurador General de la Nación dictaminó que las muertes no constituían una violación a la neutralidad y soberanía nacional debido a que, tanto Himmer como Lemaire, carecían de una investidura diplomática y no eran ciudadanos argentinos.
[11] La posición del gobierno ante las agresiones alemanas fue repudiada por los diputados Horacio Oyhanarte y Alfredo Palacios.