Dubái (ciudad)

[2]​ Fundada en el siglo XVIII, Dubái, que empezó como un pequeño puerto pesquero de perlas, es hoy un enlace global para mercancías y pasajeros.

[3]​ En sus inicios la ciudad se financió gracias al petróleo, que aceleró su crecimiento cuando ya era un centro mercantil.

Su economía se funda en el turismo, la aviación, la propiedad inmobiliaria y servicios financieros.

Otros idiomas principales que se hablan en Dubái debido a la inmigración son el hindi-urdu, malabar, punyabí, pastún, bengalí, sindi, baluchi, tulu, tamil, canarés, cingalés, marati, télugu, tagalo y chino, además de muchos otros idiomas.

El islam es la religión oficial del Estado, tal y como define la constitución de los Emiratos Árabes en su artículo 7.

El Gobierno provee dirección sobre el contenido político de los sermones y son monitorizados.

Debido a la gran proporción expatriada, existen grandes bolsas de todas las otras religiones principales.

Recientemente, las excavaciones llevaron al descubrimiento de un manglar donde se encuentra Dubái en el séptimo milenio a. C. La arena había cubierto la zona hace 5 000 años, haciendo una pequeña cala natural.

También se han encontrado cerámicas del siglo III, así como iglesias nestorianas.

[8]​ Antes de la conversión al Islam del siglo VII, las tribus locales adoraban las estrellas, la luna y el sol.

Según el testimonio del teniente británico Cogan 1822, la ciudad de Dubái entonces albergaba 1000 personas, más cabras y camellos.

Durante comienzos del siglo XX Dubái pertenecía al Imperio Otomano, desmembrado tras la Primera Guerra Mundial y pasada la soberanía de Dubái al Reino Unido quien cede la independencia de los actuales Emiratos Árabes Unidos en 1971.

Décadas más tarde, Dubái se enriquece con la extracción petrolífera de su tierra, varias empresas extranjeras se instalan en la urbe, fomentando el desarrollo urbanístico local a una escala enorme.

Muchas interpretaciones modernas de la arquitectura islámica se pueden encontrar aquí, debido al auge de la construcción y la innovación arquitectónica en el mundo árabe en general, y en Dubái, en particular.

Destacan grandes obras de infraestructura o ingeniería como las islas artificiales Palm Jumeirah y Palm Jebel Ali (una península artificial en forma de palmera) y The World (un archipiélago artificial que reproduce el mapa del mundo), el hotel Burj al Arab (único siete estrellas del mundo), el rascacielos Burj Khalifa (el más alto del mundo con 830 m),[11]​ y el distrito de Dubai Marina, con sus lujosos edificios de gran altura.

Se describe con frecuencia como «el único hotel de 7 estrellas del mundo», aunque su gestión desmintió haber hecho nunca esta afirmación.

Cinco veces al día, los musulmanes son llamados a rezar desde los minaretes de las mezquitas que se encuentran dispersas por todo el país.

[27]​[28]​ Los principales días festivos en Dubái incluyen Eid al-Fitr, que marca el final del Ramadán, y el Día Nacional (2 de diciembre), que conmemora la formación de los Emiratos Árabes Unidos.

Los clubes y bares se encuentran principalmente en hoteles debido a las leyes sobre bebidas alcohólicas.

El New York Times describió Dubái como «el tipo de ciudad en la que puedes encontrarte con Michael Jordan en el Buddha Bar o encontrarte con Naomi Campbell celebrando su cumpleaños con una fiesta de varios días».

El precario puerto marítimo de Dubái en la década de 1960.
Parque acuático Wild Wadi y Jumeirah Beach Hotel , ejemplos del turismo en auge de Dubái.
Especias tradicionales de Oriente Medio en el Zoco de especias de Dubái en Deira.
Filete de camello servido en Dubái.
Mapa.
Una vista de Dubái.