Puerta de Hal (Bruselas)

En 1860 se decide renovar y acondicionar la torre para convertirla definitivamente en museo.

En la época no se da tanta importancia a la autenticidad, como preconiza Violet le Duc.

Beyaert se plantea la obra como una adaptación museística a partir de una estructura existente.

Por el lado de Saint-Gilles, la torre mantiene un aspecto más próximo al original.

En 1889 la puerta de Hal comienza a quedarse pequeña para albergar todas las colecciones del museo, que aumentan sin cesar.

La administración las divide: armas y armaduras permanecen en la puerta de Hal, mientras que las antigüedades se trasladan al museo del Cincuentenario, a donde también llegan en 1906 las piezas etnográficas.