[3] Las primeras referencias a este puente se remontan a los siglos X y XI,[4] cuando se llamaba "Ponti Sancti Pelagli de Lutto" (Puente de San Payo de Lodo) y pertenecía a los condes de Borgoña.
En el año 997, Almanzor lo cruzó, destruyendo la fortaleza que lo defendía.
[6] Todo aquel que quisiera cruzar el río por el puente debía pagar un peaje, pero gracias al arzobispo de Santiago de Compostela, Diego Gelmírez, esta práctica terminó en el siglo XII.
[2] Tiene diez arcos apuntados entre los cuales se encuentran grandes tajamares de planta triangular cubiertos con formas piramidales.
[1][2][12] El Camino Portugués a Santiago de Compostela atraviesa el puente.