Pueblo Viejo de Mequinenza

En 1936 había 16 llauts matriculados en Mequinenza que transportaban entre 18 y 30 toneladas de carga.

La antigua Mequinenza era un puerto fluvial básico en el curso de los ríos Ebro, Segre y Cinca ya que estaba situada estratégicamente en su confluencia.

Después de muchas protestas dentro del franquismo, los vecinos de Mequinenza consiguieron una indemnización y se derribó el pueblo por completo a excepción del edificio del grupo escolar María Quintana que hoy en día acoge los Museos de Mequinenza.

La desaparición del trazado urbano supuso un cambio de vida radical para sus vecinos que además de abandonar sus casas y presenciar su derribo, veían también como se hundía una economía basada en la industria, la minería del carbón y la navegación fluvial.

La nueva población, mucho más moderna y turística, se ha convertido en un referente mundial del turismo activo, recibiendo visitantes de todo el mundo.