Su ciudad capital, Ayabaca, es la más alta del departamento de Piura.
[1] El nombre Ayabaca, también escrito como Ayavaca, proviene del quechua, derivándose de dos raíces: aya, que se relaciona con la muerte, pero también con la inmortalidad; y huaca, que designa a los santuarios y lugares sagrados.
Se suponen que las osamentas serían de huestes caídas en feroces combates, como respuesta a la actitud expansionista del Tahuantinsuyo.
Para una comprensión más amplia de la posible etimología de Aya Huaca o Aya Waka, hay que considerar que en quechua, aya es 'difunto' y 'ancestro', no solo en el sentido físico del cadáver o la osamenta, sino también en el sentido simbólico y trascendente del alma que abandona el cuerpo, temporalmente durante el sueño y definitivamente al término de la vida, pero que vuelve a circular en los procesos vitales, como en los ciclos del agua, la luz y las estaciones que se mueven junto con la tierra.
Se encuentra en las serranías piuranas a 2715 m s. n. m., tiene un clima frío y saludable.
Algunos grupos de peregrinos, que recorren unos 2500 km de distancia y llegan caminando a Ayabaca desde Tacna, en el sur del Perú, convierten a esta peregrinación en la más extensa del continente.
La leyenda describe una competencia simbólica que se relaciona con la necesidad humana de comprender y controlar la naturaleza, sin destruirla.
Asimismo, la provincia cuenta con importantes yacimientos mineros ubicados en las inmediaciones de los páramos y lagunas.