[5] Aparte de su utilidad en enfermedades cardiovasculares, pudieron comprobar que era un buen antagonista β-bloqueador.
El propranolol se obtuvo por modificación de anteriores antagonistas adrenérgicos como el pronetalol y la dicloroisoprenalina.
En la actualidad, para el tratamiento de la hipertensión se utilizan otros beta bloqueadores más selectivos como nebivolol, atenolol o metoprolol.
En poco tiempo y durante una década, se convirtió en el fármaco más vendido del mundo.
[9] Las reacciones adversas asociadas al tratamiento con propranolol son similares a los otros betabloqueantes lipofílicos.
Este centro quiral es el sitio específico o el “farmacóforo” donde se une al receptor para desarrollar su acción biológica.
Hoy en día el propranolol que vemos en el mercado se encuentra en forma de mezcla racémica.
Pero si se emplea uno de sus enantiómeros, determinará la función que tendrá el producto.
En este estudio clínico realizado por el hospital universitario Marqués de Valdecilla (Santander),[10][11] se realizó un estudio en un lactante varón de tres meses, sin antecedentes de interés, que había pasado por un embarazo normal, que tenía en el labio superior un hemangioma que le dificultaba la succión y le provocaba además una deformidad estética.
A los cuatro meses se le aplicó al lactante un tratamiento ambulatorio con propranolol oral con una dosis inicial de 1,5 mg/kg/día, con buenos resultados y sin complicaciones.
La evolución fue satisfactoria ya que se consiguió disminuir el tamaño y el color de la lesión.
Pero también se establece el uso del propranolol como un buen método terapéutico para el tratamiento de los hemangiomas infantiles.
Este estudio realizado en el Hospital Pediátrico Docente “Juan Manuel Márquez” de La Habana, Cuba[12] también tuvo buenos resultados.
Este estado grave se debe principalmente a la extensión de la superficie corporal total quemada, ya que el daño térmico provoca una gran pérdida de macronutrientes (proteínas) y micronutrientes (vitaminas y elementos trazas).
[13] Este estado de hipercatabolismo e hipermetabolismo provoca malnutrición aguda, sarcopenia secundaria y debilidad muscular.
Todo esto además provoca la aparición de infecciones, disfunción orgánica múltiple, sepsis.
En 2011, William y su equipo[15] realizaron un estudio del propranolol en pacientes infantiles con quemaduras graves.
En un principio aplicaron una dosis de 1mg/Kg por día y pudieron ver como el ritmo cardíaco disminuyó un 15%.
[17] Ante un estímulo asimilado, se desencadenan una serie de cascadas neurobiológicas que afectan la conectividad y actividad del cerebro.
Con estos datos y con el de otros estudios realizados sobre dicho tema, se puede proponer el uso del propranolol como una herramienta útil en humanos.