Habitualmente se les identifica como los responsables de detener la expansión del Imperio inca por el sur.En todo caso, promaucaes, picones y otras entidades indígenas reconocidas por los invasores incas y españoles, tales como los mapochoes, maules y cauquenes, actualmente suelen ser englobadas con el nombre genérico de picunches (derivado del mapudungún pikun che o 'gente del norte'), denominación que dieron los mapuches a los pueblos que habitaban «al norte» del Maule o Itata.Los incas enviaron parlamentarios para que reconocieran al Túpac Inca Yupanqui como soberano, pero los purumaucas decidieron enfrentarlos en la llamada Batalla del Maule.Las expediciones incas en este territorio fueron organizadas por Túpac Inca Yupanqui a fines del siglo XV y posteriormente por Huayna Cápac.Esto puso a los promaucaes en una situación difícil, pues antes de emprender su éxodo habían quemado sus campos y aldeas.Además habría aplicado castigos y venganzas por la pasada colaboración de estos con los españoles[cita requerida].En el Gualemo, los promaucaes habrían vuelto caras arrastrando en un desordenado desbande a las fuerzas de Lautaro.La siguiente es la descripción, aparentemente teñida por el etnocentrismo y los comentarios incas, que dejó el cronista español Jerónimo de Vivar: El español Reginaldo de Lizárraga, en 1605, reprodujo estos juicios despectivos en un tono aún más lapidario:[5] Tuvo más tarde el disfrute de la encomienda, Antonio González Montero, sobrino del eclesiástico.[7] En otro orden, el mismo conquistador donó a Juan Bautista Pastene una encomienda, en 1550, en la que se incluyeron
Representación de Guamán Poma de Ayala sobre un enfrentamiento entre un grupo de indígenas del actual Chile (izquierda) y el capitán Apu Camac Inca.
Lautaro, habitualmente considerado como el mayor estratega mapuche, pintura de
Pedro Subercaseaux
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